A altas horas de la madrugada de hoy culminaron los actos celebratorios de mis primeros treinta y dos años. Afortunadamente no hubo víctimas fatales y todo se desarrolló en perfecto caos, a punto tal que me veo en la obligación de pedir disculpas por esta vía a los amigos que no han podido saludarme. Ya saben que no me gustan las fiestas y soy de los que se emborrachan con el primero que les toca la puerta. En fin, ha sido muy lindo. En breve publicaré la crónica respectiva. O alguna otra cosa, se verá. |
Comments on "El camino al infierno está tapizado de botellas vacías"