Jade May Hoey

1974-2004

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9.5.06

The walk

Internet, de a ratos, se me ocurre parecida a esos mercados barrocos que nos ha deparado la modernidad. Hay de todo y en cantidad, de todo menos lo que uno está buscando. Hay tanto, pero tanto tanto, que en determinado punto uno cae en la tentación de examinar en detalle algún producto. Eso, suponiendo que a cada producto le corresponda satisfacer alguna necesidad. Si así fuera, puede que no sepamos que estamos necesitando algo que alguien más atento ya se ha encargado de inventar, otro de fabricar en masa, un tercero de distribuir y, por último, nuestro hipermercado de confianza ha puesto en la góndola al costado del camino que semanalmente recorremos, masticando novísimas rabias y asombros que solos se escapan de la vaina para darnos derecho en la yugular.
En eso, uno que quiere hacerle la pata a un amigo que anda con demasiadas ocupaciones, se mete al híper a buscar algo. Algo muy concreto. Avanza por determinación por los pasillos y como puede resiste la tentación de darse vuelta para mirar a esa señorita de afortunada vista frontal con tal de seguir adelante en su derrotero. Busca entre los carteles con tipografía inmensa. Un poco se entusiasma pero al llegar al punto al que se proponía, y no sin antes esquivar otros factores de riesgo, que los hay por cientos y quién dice que no por miles, comprueba que allí no se encuentra lo que busca. Es algo parecido. Tal vez sea la forma o quién sabe sino las ganas de saciar con urgencia la demanda. Pero no, en el fondo eso otro no es eso. Y damos una vuelta más, a ver si los repositores hacen su trabajo de una vez. Y con eficacia. Volvemos a buscar. El resultado es similar. Varían las excusas, pero las manos siguen vacías y para no desfallecer tomamos lo que hay a mano. Es que, digámoslo de una vez: con tantas cosas a diestra y siniestra, uno se consagra como el menos feliz de los infelices a los ojos de los otros si prosigue la marcha con las manos vacías.
Entonces, no muy convencidos de la elección, nos cargamos con algo, una frasecita que alguien deja caer al vuelo: nesesito toda la in formaciom del libro titulado el codigo dabichi y todolo que son lo manuscritos de los ebangelios apocrifos, y pagamos lo que el ticket manda pagar y nos retiramos, un poco más pobres pero con la frente en alto, que es lo único que importa.

Comments on "The walk"

 

Blogger Vero said ... (10/5/06 01:07) : 

¡Pero es una adquisición buenísima! Aunque hay que ver lo que se trajo Inx (elbosquedelossignos.blogspot.com)de la Feria del Libro.

 

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