pm/16
Hay algo que no sé decir en esta capota que asfixia la precariedad del cielo contra la nuestra de peatones, excepto por el viento que sale de improviso a la vuelta de una esquina, o detrás de la copa de un árbol y lo toma a uno por sorpresa y a su modo, torpemente, lo levanta en brazos y lo echa un poco más allá en el camino. Pero ay de la senda tramada cuando no es la única que él de memoria sabe. |
Comments on "pm/16"
como te odié cosiuco... no me dan las tabas para seguirte el tranco.