Jade May Hoey

1974-2004

Powered by Blogger


Locations of visitors to this page

26.1.06

6.55 AM

La soberbia del sol cuando nace no respeta ni los muros de la unidad peintenciaria. Dan ganas de tirarse ahí, en el pasto del bulevard, pero no, a paso vivo marchamos.
-Yo me bajo acá para caminar un poco, que es el único ejercicio que hago durante todo el día.
-Yo por la minita del servicio penitenciario. Le veo los borceguíes y me la imagino pateándome el culo.
Caminamos por la parte más bonita de la capital. Son sólo tres edificios pero en aquellos años se deben haber propuesto emular a Brasilia, claro que
-De paso, esto te alegra un poco la vista, ¿no?
-Sí, tiene algo de sean eternos los laureles.
También una plazoleta con el césped demasiado tupido y cuarenta mástiles que sólo se visten para fiestas de guardar.
-Una vez tuve la oportunidad de reunirme con el doctor -me cuenta.
-Era por un proyecto educativo. Yo había diseñado cinco o seis lineamientos básicos, pero había que ponerle carne a la estructura, qué sé yo, lo mío era cortito, pero quién te dice.
-¿Y?
El banco, que vendría a ser la memoria del saqueo, tribunales, el kiosco del bocha.
-Casi me saca cagando. Bah, me sacó cagando. Miró las carpetas y me dijo: pierda cuidado, ingeniero, que a esto de la educación yo lo arreglo en tres meses.
A la plaza central le han hecho un agujero en el medio. Tal vez planeen hacer un anfiteatro. El agujero es lo más entero en varios metros a la redonda. El resto son baldosas de laja mal pegados, mierda de perro, cajas de basura.
El silencio nos dura un par de cuadras. Si alguien honrado nos queda, ese es el doctor. Con los achaques de sus años y todo, no ha nacido el que pueda dudar de su honestidad. Eso es lo que más duele.
-Llegaron y lo primero que hicieron fue desmantelar el organismo de planeamiento. No sabés el semillero que era eso. Y metieron a los suyos, a los que habían estado refugiados en las cuevas, en la cooperativa eléctrica, resentidos que apenas encontraron espacio detrás de un escritorio se las ingeniaron para que no entre nadie que no sea como ellos.
Más allá la casa de gobierno. Es de cuento, pero su reacondicionamiento fue hace poco. Duele a los ojos el color celeste y los bastones de amarillo apagado. La calle en diagonal, un cañón viejo, la bandera flameando, la casa del excelentísimo.
-Fuerza de choque.
Cuánta necesidad de ponerle una cara al diablo.
-Sí, los unos y los otros.
-Veinte años sin levantar cabeza, che.
La esquina, la escalera, la puerta, la guardia.
-Buen día.

Comments on "6.55 AM"

 

post a comment