Jade May Hoey

1974-2004

Powered by Blogger


Locations of visitors to this page

16.12.05

Los días así

El pensamiento deviene en tedio cuando el que piensa está contaminado por una obsesión. Debería haber un bisturí para desmembrar la obsesión en ramas y abocarse a una distinta cada vez con tal de alivianar la carga, pero no hay tal bisturí y entregada la obsesión a la destreza que reside en las manos de quien piensa, se victimiza, todo lo transforma en berriche y el que cree pensar no sólo no piensa sino que, en adelante, tendrá severos problemas para conciliar el sueño.
Si el pensamiento nublado a ninguna parte conduce, poco es lo que puede pedírsele si además es presa de la fatiga. Si se da crédito a los que han pasado por esa situación, a partir del cuarto día el insomnio comienza a hacer estragos. El pensamiento ya no constituye un eslabonamiento más o menos caprichoso de causas y efectos sino una apariencia de realidad de contornos escurridizos, formas que se deforman, tactos que no se dejan, amenazas a troche y moche.
Así y todo, yo siempre ando pensando en términos de guita, lo único que quiero es guita, total… la guita llama a la guita, así que lo que importa es el billete dentro del puño, el interés que a plazos depare el capital, su mañoso multiplicarse y después, cuando seamos muchos, llevar la buena noticia en boca del señor: no hay paz que no sea hija del no preocuparse por la guita, cipayos, ¡olvidémonos de ella!
El momento de la epifanía sucedió bosque adentro, en la casa de los Ojeda. La Carmela se quejaba del dolor de chuncas y era verlo para creerlo. Tenía los tobillos hinchados, las várices florecidas y los zapatos llenos de polvo. Si le daban a elegir, siempre se hubiese quedado con las alpargatas aunque probablemente cualquier súbdito de la corona, en plan de pasar un día de campo, hubiera dejado ser sus pies al natural.
A la mañana había pasado Oscarcito, siempre el nene aunque tuviera veinte pirulos, repitiendo lo que parecía que algún lugareño había escuchado en la televisión, y es tan tonto el pobrecito que nadie toma en serio lo que pueda decir, ni siquiera la Carmela, que tuvo que buscar sus alpargatas para arrimarse hasta la alambrada de los Inostroza para confirmar el dato. Suerte que los Inostroza tienen unos perros que sólo ladran cuando viene gente, que sino podría haberse pasado media mañana meta a golpear las manos.
Lo que pasa es que viviendo tan lejos, la única que queda es bajar al pueblo al otro día y bien temprano, porque entre pitiflauta, manda a pedir un auto que venga a buscarla, más el viaje y todo lo que tiene que hacer allá, se quiere acordar es no sé qué hora de la noche y cómo para andar ahí, entre esos atorrantes que andan en la calle, seguro que todos andarán drogados o borrachos y la Carmela tenía en claro que al menor descuido le pegaban un bollo y le afanaban la cartera y es tanto sacrificio, querido, le decía al Oscarcito que no tenía la menor idea de lo que era el esfuerzo y en lo único que pensaba es en peinarse las trencitas que había hecho hacer en el pelo, ay, lo lindo que le queda, pendejo maricón.
Demasiada cosa era el pueblo para ella los días así, demasiado festiva, por no decir obscena. Tanto adornito en la vidriera, tanta flor de porcelana, la Carmela a las chuequeadas de acá para allá, con la manito dulce, sin saber a lo que atender primero. Cómo no va a terminar exhausta, pobre criaturita de dios, si todos los benditos meses se la pasa esperando ese día, aunque no pueda pegar un ojo la noche anterior, aunque resplandan en su osamenta las llagas que ya no cura el finado y los huesos le crujan como reclamando una explicación.
Así fue ése y así seguirán siendo en la montaña los días en que la Carmela cobra la pensión, sólo que yo, cuando trato de quitarme de la cabeza esta de vida de mierda en cortocircuito con el cash flow, no puedo más que verme reflejado en esa manito dulce que ante cualquiera se tiende ya no sé si a cambio de un adornito de porcelana o por el estéril brillo que tintinea en las monedas cuando se van.

Comments on "Los días así"

 

post a comment