Jade May Hoey

1974-2004

Powered by Blogger


Locations of visitors to this page

16.11.05

Vindicación de la paciencia

A alguien cuyo nombre no recuerdo le leí algo acerca de la belleza, una manifiesta necesidad de establecer pautas que esclarezcan los límites del territorio, reglamentos de conducta y demás cotilleo que atañe a las definiciones y a los consiguientes escudos con que han de custodiarse a éstas de la infatigable voluntad refutadora que es común a todas las mujeres y a unos pocos hombres. A los más, a qué negarlo, nos compete la más venerable de las resignaciones. Qué es la belleza, dónde empieza, dónde termina, preguntará ella, mientras se apresta a poner sobre el mantel recién planchado los cubiertos en perfecto orden, vasos y platos. La belleza es aquello que no podemos tolerar, diré yo, amparado de su eventual castigo por las manos puestas a modo de cortina sobre el rostro. Y sin embargo, y por más que se le busque el pelo al huevo, es aquello a lo que le rendimos toda la paciencia que el creador nos confirió, lo que no es poco decir. Y voy retirándome y a la vez dejo de ser querido, esposo y novio -en esa secuencia- para convertirme en sólo un espía, un tipo que pasaba, uno que no alcanzó a asomarse, no sea cosa que me toque de nuevo ligarla. La belleza, en cuanto objeto parible por humanos, es eso: la paciencia que se pone en la contemplación de algo insoportable. Por eso a los impacientes les va como les va.

Comments on "Vindicación de la paciencia"

 

Blogger inx said ... (18/11/05 20:06) : 

A mí esto me parece bello.

 

post a comment