Naturaleza jurídica de este blog
| No son buenos días para mí. Crece a destajo mi inventario de asuntos pendientes. Estoy ansioso. Se acortan las noches y cada vez que me despierto he perdido por entero la noción del tiempo, tal es la fatiga que me traen los primeros calores. Ayer escribí para el blog seis entradas, buena marca para una bitácora personal. Un ladrillo caliente de una novela en curso, una elucubración algo enredada sobre la contradicción que cobija un refrán popular con estrecha liga a un comentario de similar talante escrito por una amiga, un monólogo que podría tener lugar en el diván de un consultorio de psicólgo, un enlace que me deparó un módico interés, un broma de pequeña entidad para los amigos de la casa y una diatriba que puede leerse como la toma de posición política sobre ciertos temas que a menudo el vulgo olvida y como la despiadada crítica a la ligereza de cierto columnista todoterreno. Tuve una cantidad de visitas a la que no acabo de acostumbrarme y todavía me inquieta y un solo comentario que me interroga sobre un texto y a la vez sobre mi blog y de algún modo acerca de los blogs en general. En este pequeño boceto he intentado graficar mi respuesta. Leo con beneplácito bitácoras de escritor, cuadernos de navegación, anotaciones desparpajadas, diarios de señorita, relatos escritos a primera tinta, conversaciones dichas en voz alta. Mi blog, cada uno de mis textos, es un poco de todo eso. |
posted by Jorge_Mayer at 3:25 p. m.
Comments on "Naturaleza jurídica de este blog"
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paula said ... (20/10/05 16:53) :
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Miguel P. Soler said ... (21/10/05 11:57) :
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Jorge_Mayer said ... (21/10/05 12:26) :
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paula said ... (21/10/05 14:15) :
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Miguel P. Soler said ... (21/10/05 15:29) :
post a commentno escribas tanto que estoy sin tiempo, no entendés que me cuesta seguirte?
Envidio sanamente tu capacidad productiva, Jorge. Pero es cierto, que si das cinco pasos largos en un día, no hay capacidad lectora blogueril que nos alcance. Porque cada post, debe tener un tiempo de reflexión, y que con o sin comment, debe existir igual.
Pero bueno, yo mucho no puedo hablar. Aquí la paradoja de Zenon jamás se cumple.
Salutte.-
...lo que viene de algún modo a decir que uno escribe para que no lo lean. Visto así, queda a las claras la tentativa de fuga, una desesperada fuga hacia adelante.
No sé si haya lugar para tal reflexión. Por lo que te decía el otro día, se me hace que la reflexión sobre los textos blogados nos incumbe, casi por completo, a los autores, y lo único que hace el blog es conservar ese registro caótico.
Ya crackearé el programa para hacer archivos pdf y probaremos otra cosa.
Abrazos.
más allá de mi falta de tiempo, lo mío fue sólo una broma. no pares.
Lo de escribir para que a uno no lo lean, me suena más bien a Massei, pero bueno, tampoco es tan así. Yo lo que me pregunto, es si poniendo un cuento de 10 páginas en un post, puedo esperar paciencia del lector de blogs. Seguramente jamás lo sabré, porque este tipo de textos tan largos generalmente quedan en cero comment. Pero creo, que si uno tuviese la posibilidad con un solo botón, de imprimirlo y leerlo en otro tiempo menos acuciado por el relojito de bits, sería bárbaro. Para mí, son como dos tiempos de lectura diferentes: el que utilizo para los blogs y el que utilizo viajando en el colectivo para leer un libro o 10 hojas A4 de word con un cuento recién impreso.
Por supuesto, es la opinión de una tortuga, en ese sentido. Un archivo pdf no estaría mal, uno lo descolgaría como un fruto de un árbol.
Si hay algo que siempre pasa en el blog, es que cada tanto se pide ritmo. Es en ese sentido, que siento que el blog es una estructura endeble para la literatura que no se adecúe a ese ritmo; como si un batallón se dispusiese a los trancos, cruzar un río a través de un tablón de madera.
Igualmente, hay algo cierto en lo que dice Daniel: tratar de no atender a las protestas del lector. Y digo "protestas", nada más. Especialmente cuando esas protestas es por correr mucho: hay que entrenar la piernas y estar en estado. Y se acabó! :)
Che, acá hace un calor de cagarse.