Jade May Hoey

1974-2004

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13.9.05

Azar

Y qué más. Supongo que dos o tres libros. En el seleccionado ya se ha ganado un lugar, y por mucho, Wilcock, pero no sé qué más. Supongo que en al apuro que suele caracterizarme levantaré lo primero que agarre, que no suele ser lo más apropiado, aunque tampoco sobra darle a los planes un toque de azar. Benditos los nombres bajo los que agrupamos aquello que no sabemos explicar. Magias que nos toman malparados y nos desnudan ante leyes que nos son por mucho superiores. ¿Alguien ha dicho dios por allí atrás? No es que me incomode la palabra sino la reputación que hemos forjado en torno a ella. A dios, por caso, lo hemos matado el día que nos dio por pensar que todo lo que hacía era bueno, Yo no deposito ninguna expectativa en lo que él pueda depararme, simplemente dejo que aparezca y para que lo haga no tengo que invocarlo. A veces, por ejemplo anoche, se pone las ropas de agente de policía, vuelve a interrogarme sobre aspectos que él conoce de sobra. Nombre, ocupación y domicilio de mi personaje. Me tomó tan de sorpresa que no pude más que darle mis datos como si fueran los que me pedía. Todo con una sonrisa de suficiencia. Hay quien le tiene más miedo a sus datos. Yo ya he perdido esos temores. Solos se han ido sin que tenga que pedirlo. Distinto sería tener que ponerme en pose de disimulo. Debería, por lo menos, escribirme un libreto de unas tres mil palabras y con la pereza de la que soy dueño (por propio mérito y no por herencia) no tendría la paciencia. De todos modos no tendría mayor sentido. Así, mis queridos amigos, es la vida de los honestos. Ser transparente no es privarme del espesor aunque pueda haber quien lo prefiera. Es la moda. Se ha impuesto desde la televisión y calza perfecto en los tiempos de esos seres pequeñitos que prenden la televisión y por rutina se embarcan en el naufragio de canal y canal, armándose un programa a medida, tal que en cualquier punto por el que se los tome se sepa de qué va la cosa. No es el asunto andar pensando demasiado. ¿Qué es eso de las lecturas de nivel múltiple? A ver si nos cae pesada la cena. Entonces la complejidad o su ausencia se pone la toga de la moralidad y ¿qué sería de las bellas artes si a los artistas les diese por la moralidad? No, mejor no pensarlo. Cambiemos de canal, bah, cambie de canal quien tenga televisión. Yo debo elegirle compañía a Johny. O que dios se encargue. El sabrá lo que sea mejor.

Comments on "Azar"

 

Blogger Miguel P. Soler said ... (14/9/05 12:56) : 

Un monstruo, el extraordinario Ing. Wilcock. En este orden, primero "El Caos", luego "La Sinagoga de los Iconoclastas." Su afectiva crueldad, su poética inteligencia técnica. De los demás libros, se rescatan algunos textos, los pocos.

Saludos.-

 

Anonymous Anónimo said ... (14/9/05 20:04) : 

Llevo El caos; con el resto de la obra, sabiendo que ya no habrán inéditos, voy con toda la calma que puedo permitirme. Saludos.

 

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